jueves, 4 de abril de 2013

Crisis carcelaria en Colombia: la situación de salud de los prisioneros políticos


Traspasa los muros



Terminamos el 2012 con 113.884 personas privadas de la libertad en 144 centros de reclusión con 75.620 cupos. Estas cifras representan un crecimiento en los últimos 2 años de 29.440 personas y un sobrecupo de 38.264 (cifras extraídas del INPEC).
Las inhumanas condiciones a las que se ve sometida la población carcelaria provoca una degeneración de la salud y una continua exposición a epidemias y plagas. Situaciones que no se resuelven a pesar de las continuas denuncias y además, se evidencia una total negligencia y desidia en la atención médica por parte del INPEC.
Así, nos encontramos con casos en que no hay diagnósticos sobre enfermedades crónicas o terminales, no se atienden los tratamientos post-quirúrgicos o no se suministran adecuadamente los medicamentos. Llegando a situaciones tan graves como las que denunciaron las prisioneras políticas del ERON Cúcuta el pasado 20 de enero de 2012 “hay varias internas con ordenes de cirugías con 10 a 12 meses de anticipación y no han sido atendidas”, según cifras de la Defensoría del Pueblo al 15 de agosto de 2012 en un 63% no se están cumpliendo procedimientos quirúrgicos ni de diagnóstico.
Según información suministrada por el INPEC y el Ministerio de Justicia de enero a octubre de 2012, han muerto por lo menos 109 personas reclusas con antecedentes de un estado de salud que requirió hospitalización; a su vez, han existido por lo menos 17 suicidios causados principalmente por depresión extrema, ansiedad y estrés.










CASO 1. JOSÉ DINAEL LAMPREA
Prisionero político de guerra
35 años de edad
Capturado en 2009
Condenado 48 meses de prisión
Libertad por pena cumplida después de 4 años
JOSE DINAEL LAMPREA VILLAMIL, de extracción campesina, ingresó a las FARC EP debido a las amenazas, hostigamientos y desplazamiento forzado que su núcleo familiar padeció por grupos paramilitares en el departamento del Guaviare. En ese mismo departamento fue capturado en el año 2009, siendo condenado a 48 meses de prisión por el delito de rebelión.
Al momento de su captura, el prisionero gozaba de buena salud pero una vez en reclusión comenzó a padecer una extraña enfermedad que le ha generado inflamaciones, fuertes dolores, tumores y parálisis en su cuerpo, al límite de postrarlo en una cama.
Durante el primer año de su reclusión el prisionero fue sometido al “paseo de la muerte”, siendo trasladado en múltiples ocasiones a diferentes sitios de reclusión y hospitales, sin recibir atención médica adecuada, situación que deterioró su estado de salud.
Desde el 15 de noviembre de 2011, fue remitido a especialista en oncología, sin embargo, y a pesar de las insistentes peticiones presentadas por la Fundacion Lazos de Dignidad ante el INPEC y Ministerio de Justicia, el prisionero fue valorado hasta el mes de junio de 2012, sin que se le diagnosticara la real enfermedad que padece.
El 04 de junio de 2012, el Juzgado 10 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá le otorgó la libertad condicional a JOSÉ DINAEL LAMPREA, imponiéndole una caución prendaria de 2.600.000 pesos, la cual fue pagada por su humilde familia con el apoyo de diferentes organizaciones sindicales y de derechos humanos. El Juez Penal del Circuito de San José del Guaviare, a pesar de conocer la extraña y grave enfermedad del prisionero, impidió su libertad emitiendo una nueva orden de captura dentro de un proceso penal donde el prisionero tan sólo está siendo investigado.
Durante el mes de julio de 2012, el prisionero tuvo varias recaídas, por lo que fue hospitalizado, siéndole únicamente suministrado medicamentos para calmar el dolor.
El 02 de agosto de 2012, debido a una fuerte recaída, el prisionero fue remitido al Hospital del Tunal, siéndole diagnosticado osteosarcoma con metástasis en la cara y condrosis múltiple (cáncer en los huesos), y el 17 de septiembre de 2012, sus familiares fueron informados que tenía pocas probabilidades de vida.
A pesar de estar probada la grave enfermedad que padece prisionero político de guerra JOSÉ DINAEL LAMPREA el INPEC hasta el 15 de noviembre de 2012, no obtuvo la detención domiciliaria.
La grave enfermedad de JOSÉ DANIEL es resultado de las precarias condiciones de reclusión que se viven en las cárceles colombianas. Sumando, la omisión del diagnóstico oportuno, negación la atención médica adecuada y restricción del derecho a la libertad por grave enfermedad por parte del INPEC. Exigimos que el Estado responda por la atención médica integral de JOSÉ DANIEL.
Traspasa los Muros / 1 de abril de 2013



La Lucha social no es un delito, es un paso hacia la Libertad...
PRESXS POLÍTICXS A LA CALLE !!!
www.traspasalosmuros.net
@traspasamuros

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