Crónica de un preso de la Picota
“La
cocina la cerró alguna oficina de control por insuficiente y antihigiénica, su
capacidad para atender 345 presos se reventó por el número; hoy 3600. . .(…). . . la sangre con VIH es común en paredes y sin agua como castigo
permanente”, le escribe a ANNCOL un preso, cuyo contenido es dramático. Así viven 130.000 colombianos, en condiciones terribles.
“Le cuento al mundo civilizado,
si es que lo hay ahí afuera. Aquí poco o nada importa lo que pasa al interior
de las cárceles colombianas. A los operadores de la justicia colombiana solo
les interesa condenar. Como le recordarán a Yidis Medina sus enemigos - a nadie
se le niega una medida de aseguramiento- Jueces y fiscales deberían pagar años
por Concierto para Delinquir por condenar alegremente.
* * *
“Esto
pasa en la Picota de Cesar”:
“Esta cárcel hace agua por
todos lados, pero no sale gota por los grifos. Daños por todos lados afectando
la salubridad de internos. Cada vez los cortes de agua se han vuelto
recurrentes, desde antier se suministra por las mangueras de incendio. La
cocina la cerró alguna oficina de control por insuficiente y antihigiénica, su
capacidad para atender 345 se reventó por el número hoy 3600. Aun así siguen
capturando hasta por el robo de un shampoo. Todos los días ingresan nuevos
internos.
…Este sitio hace agua. No hay
espacios para las conyugales decentes, parecen toldas de un mercado persa. Un
estado que hace agua por todos lados. ¡Vaya ironía! Un país rico en hidro, pero
en la Picota/Eron de alta seguridad ni gota. Hace semanas no hay atención
medica. Nadie sabe quien es la EPS que nos debe atender. Seguramente vendrán más
pestes solo esperar la muerte sucios y con el trasero untado de heces.
...Si esto sucede en la capital
de Colombia, que será en las otras de la periferia lejos del bullicio mediático.
¡Este estado hace agua! Que se hunda en su estiércol -me respondió un interno
de paso. Tiene razón, me respondo, -mientras limpio la taza del sanitario para
no contagiarme de un herpes, sida o una bacteria maligna.
...Si la gente se rebota, ¡de
traslado! Pobres los de derechos humanos. ´¡Con ellos duro!´ -responde la dirección-
¡A la Tramacua de Valle de Upar! Allá peor. Cuentan los que han pasado por ese
sitio medieval: -la sangre con VIH es común en paredes y sin agua como castigo
permanente.
...Los presos somos lo peor
para los dueños del país. Y también los que están 'libres' -saben porque- la
cárcel es el reflejo de la miseria e indigencia en que vive el pueblo
colombiano”.”
Atte.
Crónica de un preso de la Picota
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