Por Joel Sangronis Padrón
Lunes, 26 de Noviembre de 2012
Les recomendé que escucharan parte de la discografía de Julian
disponible en la web y que investigaran su situación, y que comenzaran cada uno
a hacerse su propia opinión al respecto del tema. Con el transcurrir de los
últimos días mi sorpresa y mi felicidad anduvieron en alza constante...
En un primer momento quise llamar a esta breve nota “Julián en la
Universidad” pero luego entendí que con este título estaba colocando la carreta
delante de los bueyes. Siempre he creído, predicado y practicado la tesis de
que la universidad (la pública y revolucionaria, se entiende) debe estar
dirigida más a formar y elevar la conciencia social y el compromiso de lucha,
existencial y cognitivo, de sus participantes antes que a la simple y mecánica
acumulación de bagajes teóricos y destrezas productivas. La actividad que en
solidaridad con el pueblo palestino y con Julián Conrado se llevó a cabo en la
plaza Bolívar de Mene Grande vino a reafirmar en mí esta tesis.
Desde hace cerca de un mes atrás venía conversando con mis estudiantes
de las diferentes cátedras que dicto en la Universidad Nacional Experimental
Rafael María Baralt de la Costa Oriental del lago de Maracaibo, la importancia
de la participación, de la lucha popular, del activismo social en su proceso de
formación como miembros plenos de una sociedad que, como la venezolana, ha
hecho del término revolución el signo de su tiempo. Cuando los participantes me
preguntaron acerca de cómo podían ellos participar en luchas sociales sin tener
que pasar por el tamiz o filtro de estructuras partidista (hecho que casi todos
ellos rechazaban con fuerza), les comenté varios casos en los que, en mi
opinión, su protesta y su voz podría ser de gran ayuda; uno de estos caso fue
el del Cantor Bolivariano Julián Conrado, preso en una cárcel venezolana por el
supuesto delito de cantarle a la libertad y a las luchas de su pueblo
colombiano.
Sin excepción, ninguno de estos jóvenes había escuchado antes el
nombre de Julián Conrado, pero todos manifestaron su extrañeza y desconcierto
sobre el hecho de que un cantor revolucionario estuviera preso en un país que
se autoproclama revolucionario. Me tocó hacer malabarismos dialécticos para
intentar responder sus preguntas y aclarar sus confusiones al respecto, cosa
por lo demás harto difícil cuando también uno se siente confundido e indignado
por esta situación.
Les recomendé que escucharan parte de la discografía de Julian
disponible en la web y que investigaran su situación, y que comenzaran cada uno
a hacerse su propia opinión al respecto del tema. Con el transcurrir de los
últimos días mi sorpresa y mi felicidad anduvieron en alza constante. Cada día
los muchachos y muchachas se acercaban a mi con más y más preguntas y opiniones
sobre el tema y con una creciente admiración, respeto, ternura y solidaridad
por la figura de Julián Conrado. El desenlace natural de este proceso fue la
propuesta, simultánea y espontánea que en varias cátedras me hicieron: “!!Hagamos
un Acto en Solidaridad con Julian!!”; y el 23 de noviembre, todos estos chicos
dijeron presente!, ninguno faltó a la cita con la historia que en su vida están
comenzando a escribir. Armados de pancartas, de risas y de solidaridad, toda
una tarde, en la plaza Bolívar y en las calles de su ciudad, llenaron la tarde
baraltense de esperanzas y de sueños. Ayer el mito de la generación boba quedó,
para mí, enterrado para siempre.
Decenas de jóvenes asumieron sus puestos de lucha, sus posiciones de
batalla contra la injusticia, el atropello y la cobardía.
Hay futuro para nuestra revolución con chicos así. Hay un futuro de
libertad para Julián si gente hermosa y valiente como esta son quienes le van a
exigir al poder y a la historia que se le devuelva la libertad!
La consigna es el amor!!
Amando venceremos!!
Joel Sangronis Padrón
* Anexo- CONTEXTO acerca del quién
es Julián Conrado y su situación actual:
Las canciones de Conrado son
testimonios históricos y culturales de un valor incalculable... por eso el
régimen colombiano lo quiere acallar.
El cantor Julián Conrado fue detenido el 31 de mayo 2011 por fuerzas
represivas combinadas de Colombia y Venezuela en territorio venezolano. El
gobierno colombiano lo persigue con saña porque Julián Conrado con sus
canciones lleva un mensaje de justicia social a un pueblo empobrecido, saqueado
y agredido por el terrorismo de estado que utiliza su herramienta paramilitar y
tiene todo el apoyo EEUU. Las autoridades colombianas pretenden obtener otra
entrega ilegal de un perseguido político por parte de Venezuela; pero los
hombres y mujeres con ética de Venezuela y del mundo piden ASILO para el
Cantor. El DIH impide entregarlo a Colombia y ampara el asilo para el
perseguido político, quién además está enfermo. Un hombre viejo y enfermo,
apresado cuando buscaba ayuda médica no puede ser entregado a sus persecutores,
por respeto al DIH y a la ética. En las cárceles colombianas fallecen con
inusitada frecuencia los presos políticos por tortura y por tortura de negación
de asistencia médica.
La Convención de Ginebra y la Convención Contra la Tortura impiden
entregarlo a Colombia. Se pide que las autoridades venezolanas respeten el DIH
y la ética bolivariana y no entreguen al cantor Julián Conrado a una tortura
segura. En las cárceles colombianas son empujados a la muerte los presos
políticos, que son la abrumadora cantidad de 9.500, en lo que evidencia el
carácter represivo del Estado colombiano, uno de los regímenes más represivos
del mundo.
El pueblo colombiano sufre terrorismo de estado y necesita que sus
hermanos latinoamericanos se solidaricen con su sufrimiento. Que al menos sean
respetados los perseguidos políticos y los gobiernos regionales no entren a
colaborar en la cacería humana con EEUU y el régimen Santos. Recordar
que el caso de Julián Conrado se inscribe en unas políticas de
colaboracionismo militar, que contravienen incluso la Constitución Bolivariana
de Venezuela y el DIH, y que se asemejan a una reedición del 'Plan Cóndor':
varios perseguidos políticos heridos y enfermos han sido entregados por
Venezuela al régimen colombiano en total violación al DIH, incluso está el caso
de guerrilleros retirados por graves enfermedades y de un civil: el periodista
Joaquín Pérez Becerra entregado en abril del 2011, negándole el debido derecho
a defensa y violando todo el DIH. Varias voces de Venezuela y el mundo,
organizaciones y defensores de DDHH, alzan sus voces por el respeto al DIH
y que cesen las entregas de perseguidos políticos a un estado sobre el que
pesan múltiples denuncias por torturas y homicidios en régimen carcelario, como
es el caso del estado colombiano.
Video:
http://www.dailymotion.com/video/xjfbwi_julian-conrado-habla-y-canta_news
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